NITRATO DE FENTICONAZOL
Una puesta al día en el tratamiento de la micosis vaginal
La infección vaginal o vaginitis es una infección que ocurre debido a microorganismos patógenos presentes en la flora vaginal normal o transmitidos durante el contacto sexual.
En la vaginitis, el principal problema es la disfunción de la flora vaginal. El coito sin protección, múltiples parejas sexuales, duchas vaginales, uso prolongado de antibióticos, diabetes y hábitos de fumar pueden contarse entre los factores de riesgo para el desarrollo de infecciones vaginales.
Las causas comunes de infecciones vaginales en el mundo son:
Vaginosis
bacteriana
Candidiasis
vulvovaginal
Tricomoniasis
La vaginosis bacteriana representa aproximadamente el 30% de las infecciones vaginales. Aunque la incidencia de cándida, que es otro factor común de infección vaginal, no se conoce exactamente, se estima que el 75% de las mujeres pueden infectarse con especies de cándida en algún momento de sus vidas.
Mientras que Cándida Albicans es el patógeno más comúnmente detectado en la candidiasis vulvovaginal, Gardnerella Vaginalis es el patógeno más frecuentemente detectado en la vaginosis bacteriana. La coinfección con cándida puede verse en aproximadamente el 30% de las vulvovaginitis bacterianas.
La vaginitis es una condición generalizada asociada con varios síntomas molestos, ya sean subjetivos como, por ejemplo, el dolor, ardor y prurito u objetivos como el flujo, enrojecimiento e hinchazón. Un tercio de las mujeres experimenta vaginitis en algún momento de sus vidas. La vaginitis mixta es la vaginitis con al menos dos de los componentes bacterianos y/o fúngicos. Las infecciones mixtas pueden controlarse con tratamientos combinados antifúngicos, antibacterianos y anti-protozoarios. Este tratamiento combinado puede causar efectos secundarios y un mayor riesgo de resistencia. Por lo tanto, los medicamentos de acción múltiple como el fenticonazol son valiosos en el tratamiento de esta patología.
El nitrato de fenticonazol es un agente antifúngico imidazólico de amplio espectro utilizado para tratar infecciones micóticas, especialmente la candidiasis vaginal. La candidiasis vaginal es una infección del tracto genital femenino causada principalmente por hongos del género Cándida, siendo Cándida albicans la especie más común. Los síntomas de la candidiasis vaginal incluyen picazón, enrojecimiento, ardor y secreción blanquecina.
El nitrato de fenticonazol actúa inhibiendo la síntesis de ergosterol, un componente esencial de la membrana celular de los hongos. Esta inhibición provoca la formación de poros en la membrana del hongo, lo que resulta en la lisis celular y la muerte de este agente patógeno.
También se ha demostrado que el fenticonazol exhibe acción antibacteriana, con un espectro de actividad que incluye bacterias comúnmente asociadas con infecciones fúngicas cutáneas y vaginales sobreinfectadas, y acción antiparasitaria contra el protozoo Tricomonas vaginalis. Por lo tanto, el fenticonazol puede ser una alternativa tópica ideal para el tratamiento de múltiples agentes de infecciones mixtas que involucran micóticos, bacterianos, dermatofitos y/o Tricomonas spp.
La administración intravaginal de fenticonazol se asocia con una alta tasa de eficacia antimicrobiológica en pacientes con candidiasis vaginal, tricomoniasis, infección mixta y vaginosis bacteriana. Fenticonazol tiene un inicio de acción rápido y la eficacia clínica generalmente se observa a los pocos días de comenzar el tratamiento. El fenticonazol tópico se tolera muy bien.
El estudio “Determination of the sensitivity of gardnerella vaginalis to fenticonazole “demuestra que el uso de tratamiento local ante la compleja patología en las mujeres con vaginosis por gardnerella vaginalis y asociada a candidiasis spp, puede mejorar significativamente con el cumplimiento de la terapia con nitrato fenticonazol.
Como podemos apreciar en el cuadro comparativo anterior, el fenticonazol, presenta ventajas muy relevantes como por ejemplo su baja absorción sistémica, lo que garantiza, su gran eficacia tópica y tiene muy bajo efecto irritativo en las mucosas y baja interacción medicamentosas, frente a los otros imidazólicos
que presentan interacciones entre moderadas y altas.
El fenticonazol por vía intravaginal, tras su administración tópica, presenta una gran retención o un impacto "intrareservorio" en los tejidos locales hasta por 72 h.
Fenticonazol por su amplio espectro de actividad antimicrobiana y con su efecto antifúngico y antiparasitarios es una alternativa tópica ideal para el tratamiento la vulvovaginitis causada por gardnerella vaginalis, Tricomona y/o cándida albicans. El fenticonazol tiene muy escasa eficacia contra los tres lactobacillus principales cepas llamadas Lactobacillus gasseri, Lactobacillus jensenii y Lactobacillus crispatus que son parte del microbioma vaginal normal, en comparación con las altas tasas de eliminación del microbioma que presenta metronidazol.
Fenticonazol es una opción de tratamiento con eficacia, seguridad y excelente tolerabilidad que puede ser considerada la primera opción en el tratamiento de primera línea de la vaginitis mixta.
También se ha demostrado que el fenticonazol tiene un espectro de acción antibacteriano contra bacterias grampositivas (+) y gramnegativas (-) (Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, Streptococcus spp, Escherichia coli) por acción de su metabolito oxidativo citotóxico selectivo. Las tricomonas son eliminadas gracias a su anión radical con actividad citotóxica letal.
El fenticonazol proporciona una tasa de curación del 85% en vaginitis de origen bacteriano y una tasa de curación es del 97,5% en vaginitis causada por Cándida albicans.
En la vaginitis causada por Tricomonas vaginalis se observa una tasa de curación de hasta el 80% con el uso de fenticonazol tópico.
Los estudios realizados con fenticonazol han demostrado que hasta el 90% de los síntomas como prurito, ardor, enrojecimiento, secreción y edema, que se observan con frecuencia en la vaginitis, desaparecen significativamente.
Condiciones tales como cambios hormonales en el epitelio vaginal, aumento del pH vaginal de 3.5-4.5 a 6-8, incontinencias urinarias y/o fecales, atrofia en el tejido vaginal, traumatismos en los períodos prepuberal, puberal o posmenopáusico hacen que la vagina se vuelva predisponente a las infecciones y, como resultado, se desarrolla vaginitis al hacer que los lactobacilos de la flora dejen su lugar a la flora mixta, predominantemente a los cocos patógenos.
El tratamiento tópico de la vaginitis con fenticonazol es la opción que no contiene riesgos como el desarrollo de resistencia microbiana y el deterioro de la microflora intestinal debido a los tratamientos sistémicos.
El amplio espectro de acción de fenticonazol contra hongos, bacterias y su actividad antimicrobiana contra infecciones mixtas, su perfil seguro de efectos secundarios sistémicos y la facilidad de administración permiten que se administre como opción de tratamiento de primera línea en vaginitis mixta sin necesidad de una prueba para identificar del o de los patógenos.
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