
Levodopa y Carvidopa en la enfermedad de Parkinson
La levodopa es el medicamento más eficaz para el tratamiento de los síntomas motores de la EP, los alimentos ricos en proteínas retrasan y reducen la absorción de levodopa. Por lo tanto, la levodopa debe administrarse preferentemente con el estómago relativamente vacío. La dosificación de carbidopa es crucial ya que no sólo mejora la entrada de levodopa al sistema nervioso central sino que también reduce los efectos adversos periféricos de la levodopa. A los pacientes que experimentan efectos secundarios tempranos, como náuseas o vómitos, se les deben recetar medicamentos contra las náuseas que no bloqueen los receptores de dopamina. (2).
Como ya se mencionó, la Levodopa continúa siendo el pilar fundamental en el tratamiento de la EP y se mantiene como el estándar de referencia para evaluar la eficacia de nuevas terapias. Aunque los agonistas dopaminérgicos y otros fármacos ahorradores de levodopa, como los inhibidores de la monoaminooxidasa B y los inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa, han demostrado ser efectivos, su capacidad para controlar los trastornos motores severos es inferior en comparación con la levodopa.
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El estándar de oro del tratamiento médico de la enfermedad de Parkinson (EP) sigue siendo la levodopa, generalmente combinada con carbidopa(1)".
Este concepto engloba diversas estrategias, tales como (I) la neuroprotección, (II) la compensación, que implica el fortalecimiento o soporte de mecanismos compensatorios alterados, (III) el neurorescate, que busca preservar neuronas en vías de degeneración, ya sea mediante la reversión de anomalías metabólicas o el aporte de factores tróficos, y (IV) la neurorestauración, que se basa en terapias celulares orientadas a reemplazar las neuronas que han sufrido degeneración. Desde un punto de vista teórico, la levodopa podría ejercer su acción a nivel de las estrategias (II) y (III). El estudio LEAP se llevó a cabo tomando como referencia el ensayo ELLDOPA, con el propósito de dilucidar los posibles efectos modificadores de la enfermedad de la levodopa. En el ensayo ELLDOPA ("Terapia con levodopa temprana versus posterior en la enfermedad de Parkinson"), un estudio doble ciego controlado con placebo, se distribuyó de manera aleatoria a 361 pacientes con EP en etapas iniciales para recibir levodopa en dosis baja (150 mg/día), media (300 mg/día) o alta (600 mg/día), o bien, placebo.
El estudio comprendió un periodo de tratamiento de 40 semanas, seguido de una fase de lavado de 2 semanas. El cambio en las puntuaciones de la Escala Unificada de Calificación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS) desde el inicio hasta la semana 42 constituyó la variable principal de eficacia. Al finalizar la semana 42, únicamente el grupo que recibió la dosis más alta de levodopa mostró puntuaciones de la UPDRS inferiores a las basales (-1,4 unidades). En contraste, los otros dos grupos de levodopa experimentaron un ligero incremento en las puntuaciones de la UPDRS (+1,9 unidades), mientras que el grupo placebo presentó un aumento aún más notable (+7,0 unidades). Estos hallazgos sugieren que la levodopa podría enlentecer la progresión de la enfermedad (3).
LERVODOPA y CARBIDOPA
La levodopa, también conocida como L-dopa (L-3,4-dihidroxifenilalanina), es una sustancia clave en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Actúa como precursor de la dopamina, un neurotransmisor esencial para el control del movimiento, y cuando llega al cerebro, se convierte en dopamina, compensando así la deficiencia de este neurotransmisor característica de la enfermedad. La administración directa de dopamina no es efectiva, ya que no puede atravesar la barrera hematoencefálica, una estructura compleja que regula el paso de sustancias desde la sangre hacia el cerebro. Para mejorar la eficacia del tratamiento y reducir los efectos secundarios, la levodopa se administra generalmente en combinación con carbidopa, un fármaco que retrasa su conversión en dopamina hasta que alcanza el cerebro, permitiendo disminuir la dosis necesaria y evitar algunos efectos adversos. La introducción de la levodopa en los años 60 supuso un gran avance en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, demostrando ser efectiva en la mejora de los síntomas principales, especialmente la bradicinesia y la rigidez muscular. Gracias a ella, muchos pacientes pueden mantener una calidad de vida relativamente normal durante un período más prolongado. No obstante, la respuesta a la levodopa puede variar entre los pacientes, y algunos síntomas, como el temblor o los problemas de equilibrio, pueden no mejorar significativamente. Además, dado que las proteínas de la dieta pueden interferir con su absorción, algunos médicos aconsejan a los pacientes limitar el consumo de alimentos ricos en proteínas, especialmente durante la cena (4). La figura 1 muestra el metabolismo de la levodopa.
La levodopa es un medicamento tan efectivo para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson que algunos pacientes pueden incluso olvidar que padecen esta condición. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la levodopa no es una cura, sino un tratamiento sintomático. Aunque puede reducir significativamente los síntomas, no reemplaza las células nerviosas perdidas ni detiene la progresión de la enfermedad. A pesar de sus beneficios, la levodopa también presenta limitaciones y efectos secundarios. Entre los más comunes se encuentran las náuseas, los vómitos, la hipotensión, los movimientos involuntarios y la inquietud. En raros casos, los pacientes pueden experimentar confusión. La combinación de levodopa con carbidopa ha demostrado ser eficaz para reducir considerablemente las náuseas y los vómitos, además de potenciar la eficacia de dosis más bajas de levodopa. Los médicos y pacientes deben trabajar en estrecha colaboración para encontrar un equilibrio tolerable entre los beneficios y los efectos secundarios del medicamento.
El uso a largo plazo de la levodopa puede generar sintomatología que preocupa al paciente, pueden comenzar a experimentar síntomas más pronunciados antes de su primera dosis matutina. Otro problema potencial es la aparición-desaparición de los efectos, es decir, cambios repentinos e impredecibles entre movimientos normales y movimientos típicos de la enfermedad de Parkinson, que pueden ocurrir varias veces al día. Estos efectos probablemente indican que la respuesta del paciente al medicamento está cambiando o que la enfermedad está progresando.
Es crucial que los pacientes con Parkinson nunca dejen de tomar la levodopa sin el conocimiento de su médico, debido a los potenciales efectos secundarios graves que puede provocar la retirada rápida del medicamento (4).
Referencias
- Chase, T. N., AL‐Sabbagh, A., Koga, M., & Clarence‐Smith, K. (2024). Reduced Plasma Levodopa Fluctuations with More Frequent Administration of a Novel Carbidopa/Levodopa Functionally Scored Tablet. Clinical Pharmacology in Drug Development.
- Lenka, A., Di Maria, G., Lamotte, G., Bahroo, L., & Jankovic, J. (2022). Practical pearls to improve the efficacy and tolerability of levodopa in Parkinson’s disease. Expert Review of Neurotherapeutics, 22(6), 489-498.
- Paolini Paoletti F, Tambasco N, Parnetti L. Levodopa treatment in Parkinson’s disease: earlier or later? Ann Transl Med 2019;7(Suppl 6):S189. doi: 10.21037/ atm.2019.07.36
- Enfermedad de Parkinson [Internet]. Elsevier.es. 2024 [cited 2024 Apr 27]. Available from: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-pdf-13094135